El último no soy...

El último no soy o no voy a ser el último, éso es lo que nos dijimos por primera vez antes de afrontar la primera carrera de nuestra vida (por lo menos yo sí que me lo dije, y seguro que más de un@ de por aquí también)
Colgarnos nuestro primer dorsal es uno de los momentos más emocionantes e inolvidables de nuestra vida o por lo menos debería serlo, ya que jamás se va a volver a repetir ése nerviosismo primerizo que nos recorre todo el cuerpo mil y una vez antes de escuchar el pistoletazo de salida.
Luego, con el paso de los kms, puede que vayamos perdiendo ése miedo o que se nos vaya acumulando hasta cruzar la línea de meta.
Sea como fuere, como la primera vez, ninguna!!!

Comentarios